Consejos para ‘teleliderar’ durante el confinamiento

El aislamiento impuesto por el coronavirus nos pone frente a un nuevo reto: seguir liderando equipos y empresas a distancia. Ahora, más que nunca, debemos ser empáticos, cercanos y gestionar las emociones.

Si el liderazgo es vital para la supervivencia y el éxito de cualquier organización, en una situación de crisis como la actual se torna aún más esencial. El teletrabajo masivo de muchas de las empresas en estos días obliga a los líderes a dar un nuevo sentido y dimensión a su papel. 

En este contexto, es importante recordar las claves que permiten teleliderar los equipos y seguir contribuyendo al mantenimiento de las empresas en un momento tan difícil como este.

  • Cuanto más lejos, mayor comunicación: en estos momentos de incertidumbre, mantener una comunicación constante, abierta y fluida es el mejor antídoto contra el aislamiento de los empleados y para ser capaces de realizar una buena gestión de las emociones. Debemos crear unos canales de comunicación pautados.
  • No limitarse al correo electrónico: ligado con lo anterior, el líder debe utilizar todas las herramientas tecnológicas a su alcance para que esa comunicación sea cercana, a través del chat, videollamadas, vídeos, teléfono, etc. Nunca debemos restringir el contacto a los correos electrónicos, ya que son muy impersonales.
  • Transmitir seguridad y confianza: las personas necesitan en estos momentos contar con información clara y honesta por parte de sus líderes. Ellos son quienes deben mantener informados a sus empleados acerca de las novedades de la empresa con transparencia y siempre transmitiendo tranquilidad.
  • Practicar la escucha activa: debemos interesarnos por cómo se sienten las personas que trabajan con nosotros y escucharlas. Siempre saludar con cortesía, preguntar por su salud y la de sus familias o si podemos ayudar en algo. En estos momentos, la gestión emocional de tu equipo es el primer eslabón para que todo lo demás funcione y para conseguir, además, que los integrantes del equipo se sientan conectados emocionalmente. 
  • La tecnología como una aliada: las herramientas tecnológicas son esenciales porque nos permiten trabajar a distancia, pero debes asegurarte de que no se transforman en un escollo. Debemos cerciorarnos de que todos los empleados cuentan con los dispositivos y las herramientas para trabajar y comunicarse. Además, debemos asegurarnos de que los miembros del equipo que lo necesiten cuenten con formación y apoyo tecnológico; no podemos dejar a nadie atrás.
  • Trabajo colaborativo: enlazado con lo anterior, debemos conocer y utilizar adecuadamente las herramientas de trabajo colaborativo para ser capaces de compartir documentos, calendarios o tareas, etc., con nuestro equipo. La información debe ser compartida y estar disponible para todos los miembros del equipo virtual.
  • Organización: como líder, es necesario reorganizar el trabajo, dar instrucciones inequívocas, establecer objetivos… acordes con la nueva situación para que sean realistas y posibles, y para que la incapacidad para cumplirlos no genere frustración. Resulta útil dividir las tareas, nombrando un responsable de cada una y dejando bien claro quién, cómo y cuándo la debe realizar. 
  • Procesos de seguimiento automatizados: para poder monitorizar el progreso de las tareas y el desempeño de los miembros del equipo, sin que el líder pierda demasiado tiempo en tareas de poco valor añadido, es importante fijar un seguimiento automatizado que todos puedan consultar. 
  • Pauta un horario de trabajo: la situación es nueva, por ello es necesario establecer claramente cómo se llevará a cabo el trabajo a distancia, si es posible consensuando con el equipo el horario de entrada y de salida. Recuerda, y no dejes de recordárselo también a tu equipo, lo importante que es conciliar los tiempos de trabajo, descanso, ocio, etc., también cuando teletrabajamos.
  • Brinda información: no hay que dar por hecho ningún tipo de información necesaria para llevar a cabo el trabajo a distancia con éxito, por ejemplo cómo organizar el espacio de trabajo, las posturas recomendadas frente al ordenador, las pausas, la organización, la planificación, etc. Es un buen momento para recordar a todos los trabajadores los hábitos de vida saludables que puedan hacerse desde casa.

Actitud positiva y motivación: en esta situación resulta fundamental el compromiso de todos para conseguir salir de esta lo más airosos posible. Para conseguir ese compromiso e implicación, mantener el ánimo del equipo y el refuerzo positivo son esenciales. El líder debe comunicarse para gestionar el trabajo y los objetivos, pero también para felicitar y dar un feedback positivo por los objetivos logrados y conseguir así que el ánimo no decaiga.