¿Cómo serán las ciudades del futuro?

‘Future is Now’ fue el título de la cita que reunió, junto al arquitecto británico Norman Foster, a algunas de las personalidades más destacadas de la arquitectura, el urbanismo, las infraestructuras, la tecnología y las artes para debatir cómo las ciudades y sus habitantes están haciendo frente a los desafíos globales.

El Teatro Real, el pasado 1 de junio, fue el escenario del foro ‘Future is Now’, el primer evento organizado por la Norman Foster Foundation en Madrid.

Allí se congregaron importantes personalidades, como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; el director de diseño de Apple, Jonathan Ive; el director del MIT Media Lab, Nicholas Negroponte;  arquitectos como Alejandro Aravena; artistas como Olafur Eliasson o Cornelia Parker, y periodistas como Christiane Amanpour, entre otros. ¿El objetivo? Debatir sobre cuáles son los retos a los que se enfrentan las ciudades del futuro.

Migraciones y desigualdad

“El diseño es la llave del futuro”, aseguró Norman Foster al inicio del coloquio, asegurando que el momento para reflexionar y mejorar la forma de vida en las grandes ciudades es aquí y ahora.

¿El principal problema? El crecimiento de las urbes. De hecho, el 75 % de la población mundial vivirá en las grandes ciudades en el año 2050 y de estas, 1 de cada 3 vivirá en asentamientos sin agua ni electricidad. “Vivimos en un planeta cada vez más conectado -digital y físicamente- y la sociedad está migrando de las zonas rurales a las urbanas a un nivel sin precedentes”, así como entre continentes, afirmó Foster. Ello, a su vez, sigue ampliando la brecha de desigualdad socioeconómica y de acceso a condiciones de bienestar entre los habitantes.

Al respecto, la alcaldesa Carmena, en su discurso de bienvenida expresó una petición al arquitecto: “Ayúdanos a reducir la desigualdad”. Por su parte, Foster se mostró confiado de que será el diseño el que aportará iniciativas eficientes y que predominará la arquitectura sostenible, algo que este arquitecto comenzó a fomentar ya en los sesenta.

 

Menos coches, menos contaminación

El automóvil, tal y como lo conocemos, “desaparecerá como lo hicieron los dinosaurios”, afirmó Foster. Según él, darán paso a los coches robotizados, a los que los pasajeros podrán subirse y bajarse alternativamente desde la calle. “Esto era la ciencia ficción de mi juventud”, aseguró.

Ello disminuirá la contaminación y será una pieza clave en el desafío contra el cambio climático. De hecho, el coche dejará de ser el centro del desarrollo urbano y las ciudades serán más amigables con los peatones, más verdes y sostenibles. A su vez, disminuirá el consumo de energía, integrando los electrodomésticos dentro del hogar para aprovechar la energía verde.

Además, los residuos se convertirán en una fuente de energía y ayudarán al autoabastecimiento energético de las ciudades. También afirmó que las baterías, con California y China ya invirtiendo en estos modelos, “no constituyen solo el futuro, sino una señal de cómo el futuro ya está siendo implementado”.