Paraísos submarinos de España

El mar alberga el mayor ecosistema de nuestro planeta, en el que interactúan millones de seres vivos, y el submarinismo nos lo pone al alcance de nuestra mano. Para los amantes del buceo, te mostramos diez de los destinos más bonitos de nuestro país. ¡Disfruta de la inmersión!

Islas Cíes, en Galicia

Sin duda, un destino singular y uno de los más preciados al hablar de las costas del norte. La zona submarina cerca de las islas nos propone cambiar la típica imagen del buceador rodeado de peces tropicales, por una inmersión entre bogavantes, nécoras, centollos y pulpos. En los acantilados, veremos percebes y mejillones. Mientras que las zonas rocosas, protegidas de la fuerza del mar, avistaremos erizos de mar y enormes bosques de anémonas. Una lección inolvidable de uno de los ecosistemas más importantes de la costa gallega.

 

Fuerteventura, Islas Canarias

Canarias es uno de los destinos elegidos por quienes buscan buen clima y bonitas playas todo el año. Su riqueza submarina, con formaciones de lava y gran cantidad de peces, la convierten también en uno de los destinos de buceo preferidos en Europa. Las aguas cristalinas del Atlántico nos invitan a admirar arrecifes de corales, miles de peces de colores, tiburones ángel, mantas raya, morenas, peces cardenal, pulpos… Un destino ideal para los amantes de la fotografía submarina. Sus bahías tranquilas son también un buen enclave para quienes quieran iniciarse.

 

El Hierro, Islas Canarias

La transparencia de sus aguas, con una visibilidad hasta 30 metros, y su temperatura, siempre cercana a los 20 grados, convierte en uno de los destinos preferidos este relieve volcánico repleto de grutas, recodos y arrecifes, con grandes profundidades que en algunos casos alcanzan los mil metros. Entre sus inmersiones, El Bajón, una montaña con dos picos de 6 y 9 metros para bajar a plomo y observar a los tímidos muriones y a los grandes y elegantes meros. Por su parte, el Muelle La Restringa ofrece un excelente punto para disfrutar de una inmersión nocturna con langostas multicolores, fabianas y congrios de arena.

 

Islas Medas, en la Costa Brava

Estas islas son una de las reservas más grandes de fauna y flora de todo el Mediterráneo, tanto en la superficie como en su fondo marino. Además de deleitarse con más de 600 especies que dan colorido a sus aguas por debajo de 20 metros, los amantes de la espeleología submarina pueden realizar rutas a través de sus cuevas, algunas ya famosas como la de la Vaca, la Sardina o el túnel de la Pedrosa. Por si fuera poco, el buceador puede visitar barcos hundidos, el Reggio Messina en 1991 o el Avenire en 1971.

 

Cabo de San Antonio, en Alicante

Situado en el litoral de Alicante Norte y entre las poblaciones de Denia y Xábia, el Cabo San Antonio nos ofrece una multitud de itinerarios para la práctica del submarinismo. Eso sí, sin olvidar que se trata de una Reserva Natural protegida que requiere de permiso previo para la práctica de buceo. Con la autorización en la mano, disfrutaremos de cuevas, pasos e innumerables refugios para animales que pueblan esta maravillosa reserva marina llena de peces, estrellas de mar, langostas… un paraíso para los amantes del snorkel.

 

Cap de Creus, Girona

La calidad y belleza de las inmersiones en este Parque Natural son de una belleza poco comparable. En sus aguas podemos encontrar una fauna muy diversa, como las esponjas, el coral rojo, las gorgonias, meros…Y para todo tipo de buceadores. La escasa profundidad y el agua transparente de la Galera y el Bau del Moli los convierten en ideales para iniciarse en el mundo del submarinismo. Mientras que la Illa de la Massa d’Or es una inmersión emblemática, donde admirar la mejor reserva biológica de la zona, solo reservada a los buceadores más experimentados.

 

Islas Columbretes, Castellón

Este conjunto de cuatro grupos de islas volcánicas, situadas al este del cabo de Oropesa, son un destino elegido por aficionados al submarinismo de todo el mundo debido a la transparencia de sus aguas, a la belleza de sus fondos y a la gran variedad y cantidad de especies animales y vegetales que alberga. Nos sorprenderá su orografía submarina, característica de una gran actividad volcánica, como el perfil en forma de arco abierto de la isla Columbrete Grande. Igual de inolvidable es su fauna marina, con morenas, meros, doncellas, barracudas, langostas rojas, rayas o salmonetes. Se necesita un permiso especial para bucear.

 

Cabo de Gata, Almería

Un lugar mágico que alberga uno de los fondos marinos más ricos de nuestras costas y mucho más… Como muestra, “El Arna”, un barco de vapor checoslovaco que se hundió en 1928 frente al faro y que hoy da cobijo a congrios, corvas meros, morenas, abadejos, esponjas… O la Cueva del francés, formación rocosa rodeada de una de las pradera de posidonia mejor conservadas del mundo. Sus grutas, cuevas y acantilados, junto a preciosas especies mediterráneas, como moluscos, equinodermos, anémonas o corales, hacen de Cabo de Gata un destino único.

 

Cabo de Palos, Murcia

En este destino, la biodiversidad y el misterio de los barcos hundidos se dan la mano. Entre praderas de posidonia, paredes de hermosos corales y montañas submarinas nadaremos con doradas, abadejos, morenas, enormes meros, espetones, incluso algún pez luna o águilas marinas. Pero estas aguas esconden también míticos barcos en sus profundidades, como el transatlántico Sirio, el Carbonero o el pecio Naranjito. Un lugar de oportunidades para todo tipo de buceadores.

 

La Herradura, Granada

En la costa tropical granadina, es conocida por la belleza de sus fondos y la calidad de su agua, que nos permite practicar submarinismo casi todos los días del año. Es, además, una estación de limpieza para los hermosos peces luna, que normalmente nadan en aguas abiertas y que se acercan a la costa para que otros pequeños peces los desparasiten. También encontraremos gran variedad de corales, como el falso coral o el amarillo; y más de 20 especies de nudibranquios, conocidos como babosas y muy atractivos por sus colores llamativos, que les convierten en los preferidos de los fotógrafos submarinos.