Rutas de senderismo encantadoras en invierno

¡Que el frío no te pare! Solo te hace falta ir abrigado con la ropa adecuada y un buen calzado de senderismo para disfrutar de paisajes mágicos también en esta época.

Bufones de Pría, Asturias

El invierno es la mejor época para disfrutar de estos gigantes costeros que se pueden ver en el mar Cantábrico. Los doce kilómetros de bonito sendero valen la pena para contemplar esta especie de géiseres que se levantan majestuosos cuando escupen agua hasta veinte metros de altura con la fuerte marejada, como si el mar rugiera furioso.

La senda se llama Ruta de los Bufones de Pría, sale desde Llanes y tiene unas cuatro horas de duración y dificultad baja. Escoge un día de mar bravo o de lo contrario no veras a los bufones en plenitud.

 

Montseny, Barcelona

Las rutas de senderismo que te ofrece el Parque Natural del Montseny te permiten disfrutar de un día mágico en la naturaleza en esta Reserva de la Bioesfera. Solo tienes que elegir la que más te apetezca o se adapte a tu perfil como deportista. Si quieres descubrir la avioneta estrellada, elige la ruta circular que empieza en el parking de Santa Fe del Montseny y sigue por el camino que bordea el pantano de Santa Fe. En unas tres horas de ruta fácil llegarás a tu destino.

Pero hay muchas opciones más: desde paseos fáciles, como el que nos lleva a la Ermita de Sant Martí del Montseny, hasta rutas más exigentes como la de las cinco cimas, una travesía circular para ascender al Turó de l’Home, Les Agudes, Matagalls, Sui i Turó de Samont, con un desnivel acumulado de 2.484 metros y 40 kilómetros de distancia. ¡Solo apta para los más preparados!

 

Cascadas del Purgatorio, Madrid

Madrid es mucho más que una gran ciudad. Muy cerca de ella nos encontramos con verdaderos paraísos naturales: la sierra de Guadarrama, La Pedriza, Patones, el valle del Lozoya… Tienes muchas posibilidades para hacer senderismo en invierno y con diferentes niveles de dificultad. Como muestra, la ruta de las Cascadas del Purgatorio, que discurre entre robles y pinares desde el área recreativa de Las Presillas, en el río Lozoya, desde donde coges por el Camino Viejo de Madrid. Encontrarás en tu camino pozas de agua cristalina, praderas, saltos de agua y, como broche de oro, no una, sino dos cascadas. La primera se deja ver generosa, la segunda hay que ganársela trepando por las rocas.

 

Acantilados de Barbate, Cádiz

Es un paseo ideal para hacer en familia. Son doce kilómetros con un desnivel de menos de doscientos metros, que se inician en la playa de Yerbabuena hasta la de Caños de Meca. Estarás disfrutando del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate en todo su esplendor, que alberga una diversidad paisajística difícil de encontrar en otros lugares. Te sorprenderás con su pinar que se extiende hasta los acantilados.

 

Monte Gorbea, Vizcaya

Si el anterior era un buen plan familiar, este es solo para los más atrevidos y mejor preparados. Son 12 kilómetros de distancia, con un total de 1.482 metros de altura, que nos llevan a ascender a la cumbre más alta del macizo del mismo nombre entre las provincias de Vizcaya y Álava. Es una de las rutas más emblemáticas del País Vasco. De hecho, es ya una tradición que el 31 de diciembre o el 1 de enero de cada año muchos vascos acudan en familia a subir el monte Gorbea.

En algunos sitios leeréis que se trata de una ruta sencilla… ¡No te confíes! Puede que lo sea para un montañero experimentado, pero para el aficionado al senderismo es una ruta de moderada a difícil. Tienes que hacerlo con el equipamiento necesario para nieve si vas en pleno invierno y teniendo siempre en cuenta que es una zona de abundantes precipitaciones.