Big data y gestión empresarial

Los proyectos de big data trascienden los departamentos de tecnología para convertirse en transversales a toda la organización, como parte de su estrategia y esenciales en la toma de decisiones.

No cabe duda, el dato es un activo estratégico para cualquier compañía. Y el volumen de datos que manejan las empresas es cada vez mayor y se ha convertido en un pilar esencial de la estrategia empresarial. Hoy en día las organizaciones se enfrentan al reto de ser capaces de almacenar, analizar y tomar decisiones basadas en grandes conjuntos de datos utilizando herramientas cada vez más especializadas.

Atrás han quedado los proyectos iniciales de tecnología en las empresas que buscaban solo el ahorro de costes en el almacenamiento y procesamiento, incluso los posteriores de conocimiento del cliente para las campañas comerciales de marketing. El big data está cambiando los propios modelos de negocio, basados ahora en los datos, y las principales empresas mundiales ya están adoptando estrategias empresariales alrededor de esta tendencia.

 

La transformación estratégica

Transformar las organizaciones para adoptar el big data con éxito depende en parte de una transición digital. De hecho, el mercado español de big data continuará su crecimiento a un ritmo del 6 % y superará los 540 millones de euros en 2021, según la firma de análisis IDC, apalancándose principalmente en tres sectores: banca, retail y salud. Además, el 50 % del gasto tecnológico de las empresas en 2020 estará relacionado con los datos.

Ahora bien, la tecnología es imprescindible pero no suficiente. La verdadera revolución tiene que venir de la mano de un liderazgo organizativo capaz de orientar la estrategia empresarial hacia esos nuevos modelos de negocio basados en los datos, de una cultura corporativa transparente, abierta y cooperativa, alejada de los conceptos de propiedad del dato para entenderlo como un activo de la organización.

 

Talento y toma de decisiones

Además de la revolución tecnológica y cultural, es imprescindible una gestión del talento capaz no solo de atraer y retener el talento de profesionales del big data, sino también de formar y crear un entorno donde se puedan desarrollar esas habilidades.

Todo lo anterior tiene sentido si las empresas son capaces de cambiar la forma en que sus directivos toman las decisiones, basadas ahora en esos análisis de los datos. Adoptar el big data en la toma de decisiones aportará un retorno de inversión claro para el negocio, de la mano de nuevos tipos de ingresos, el desarrollo de nuevos productos y servicios personalizados, la prevención de los riesgos y fraude, etc.